31 de mayo de 2016

Mujeres que han destacado en diversas actividades de la vida mierense

La impronta de mujeres excepcionales
La exitosa cantante de tonada, Diamantina Rodríguez recibiendo un galardón de manos de Misael Porrón, concejal de Cultura y más tarde alcalde de Mieres. (Colección Amadeo Gancedo). Facebook: “Mieres Antes y Ahora” de Carlos Díaz Marcos.

La reseña de un grupo de féminas que, superando todas las trabas de su tiempo, han destacado en diversas actividades de la vida mierense
La excepcional cocinera María Luisa García Sánchez. Facebook: “Mieres Antes y Ahora” de Carlos Díaz Marcos.

La Nueva España
Si uno se enfrenta con el propósito de destacarla impronta de personas que dejaron huella para la comunidad mierense, corre el riesgo de que olvide figuras de primer orden y por lo tanto falte en la intencionalidad de su empeño. Ante esa circunstancia quede claro que los testimonios aquí reunidos vienen a significar toda una representación de tantas personas en clave femenina que jugaron un papel de primer orden a pesar de las trabas y cortapisas de la sociedad reinante de su tiempo. La tonada o canción asturiana va adquiriendo caracteres de gran aceptación en el conocimiento y la difusión asturianas. Y aquí sí que las mujeres tuvieron y tienen un especial protagonismo.

30 de mayo de 2016

Un asturiano, la primera víctima de la aviación española

La muerte de un «sportman»
Pola a bordo del Antoinette dispuesto a despegar.  Saber más… PIONEROS dela Aviación Española. Cuadernos de Historia Aeronáutica.
El gijonés Mariano Pola fue la primera víctima de la aviación española al caer con su aparato, el 28 de diciembre de 1908, al intentar el vuelo París-Bruselas  

Mariano Pola Collar, a bordo de su avión, en el campo de Issy-les-Moulineaux. La Nueva España.

La Nueva España
A principios del siglo XX la aviación, entonces en ciernes, era una de las últimas fronteras a batir por el hombre, a la que se aplicaron los más intrépidos. Y hasta los años treinta del siglo pasado, con los grandes «raids» aéreos intercontinentales, en los que los pilotos españoles despuntaron, también levantó pasiones entre el gran público. Naturalmente, en la conquista de los cielos también hubo presencia gijonesa desde muy pronto, encarnada, especialmente, por un joven de la burguesía industrial local: Mariano Pola Collar, descendiente de una familia originaria de Luanco (Gozón), los Pola, que hicieron fortuna en la Cuba española y al regreso fueron la punta de lanza de la industrialización de la ciudad con la fundación, entre otras empresas, de la Fábrica de Vidrios La Industria y la Fábrica de Loza La Asturiana, así como por su labor filantrópica, de la que el Asilo Pola fue el ejemplo. 

29 de mayo de 2016

El joven gijonés Mariano Pola perdió la vida el 28 de diciembre de 1910

Mariano Pola, primera víctima de la aviación civil española
Mariano S. Pola y Collar. Saber más... PIONEROS de la Aviación Española. Cuadernos de Historia Aeronáutica.
El joven gijonés Mariano Pola perdió la vida cuando intentaba volar entre París y Bruselas. Su funeral fue todo un acontecimiento en la ciudad de Gijón en el año 1910
Las avionetas aterrizaban en el arenal de la playa de San Lorenzo. LNE
La Nueva España
Aquel año de 1910 no solamente iba a pasar por encima de nuestras cabezas en el mes de mayo el cometa Halley con sus veintiocho kilómetros de cola -en definitiva, la distancia entre Oviedo y Gijón- que auguraba el fin del mundo, sino que también se pusieron los cimientos para la puesta en marcha del Real Club Astur de Regatas en el café "Lion d'Or", los obreros se organizaron con la creación del SOMA-UGT y el 28 de diciembre falleció el piloto gijonés Mariano Pola, la primera víctima de la aviación civil española. Desde la privilegiada atalaya del cerro de Santa Catalina, se podía contemplar cómo los aviones aterrizaban en el arenal de San Lorenzo. Los corazones latían con fuerza con las nuevas tecnologías, los automóviles y las aventuras aéreas. Uno de los héroes de aquellos años fue el intrépido Jesús Fernández Duro, quien ya había recorrido sin mapas los diez mil kilómetros desde Gijón hasta Moscú y había atravesado en globo los Pirineos ante la estupefacción general por su hazaña.

28 de mayo de 2016

El palacio de Revilla-Gigedo en Gijón (Asturias)

Un archivo para entender nuestra historia
Fachada del palacio en un grabado de la segunda mitad del siglo XIX. El Palacio de Revillagigedo (o del Marqués de San Esteban de Natahoyo) es un palacio de la ciudad asturiana de Gijón (España). Ubicado en el barrio de Cimadevilla, forma un único conjunto con la colegiata de San Juan. Es una muestra notable de la arquitectura palaciega asturiana del siglo xviii. En 1974 fue declarado Bien de Interés Cultural. (…). Saber más... WIKIPEDIA.

El palacio de Revilla-Gigedo fue donado en los años setenta para ser un gran centro cultural por el precio simbólico de veinticinco millones de pesetas
El palacio de Revilla-Gigedo y la colegiata de San Juan Bautista, a principios del siglo XX. COLECCIÓN LAUREANO VINK. La Nueva España.

La Nueva España
En la excelente película de Josefina Molina "Esquilache", ya se recuerda como el conde de Revillagigedo, Juan Francisco Güemes y Horcasitas, amenazó con dimitir como consejero del Gobierno si el rey Carlos III ordenaba disparar contra la multitud que rodeaba el Palacio Real en marzo de 1776, con motivo del histórico "Motín de Esquilache", a causa de la oposición popular de cambiar la capa larga y el sombrero de ala ancha habitual vestimenta de los madrileños, por la capa corta y el sombrero de tres picos. Siempre conviene recordar nuestra historia para marcar un camino idóneo a nuestro futuro. Una cubertería de oro macizo para quinientos comensales había en el palacio de Revilla-Gigedo. En aquel año de 1907, además de perder medio arenal de la playa, el 23 de septiembre fallecería Álvaro Armada y Fernández de Córdoba, nacido en Gijón en 1843, hijo de Álvaro Armada Valdés y de Manuela de la Paciencia Fernández de Córdoba y Güemes, condesa de Revillagigedo, marquesa de Canillejas, condesa de Güemes, dama de la Reina de quien fue su anfitriona en sus estancias en Gijón -en aquellos tiempos en los que en el palacio de Revillagigedo había una cubertería de oro macizo para quinientos comensales y una extraordinaria pinacoteca que desaparecería en 1936- quien además de sus históricos títulos nobiliarios aportaría a su matrimonio cuantiosas propiedades en Andalucía.