18 de diciembre de 2012

El mayor cazador de plantígrados de Asturias

Los osos de Ignacio Rodríguez

La persecución de fieras en Asturias, era considerada una necesidad social no hace tantos años. Foto Francisco Márquez. Fotógrafo en el libro 'El oso Pardo Cantábrico de la FOP. Fundación Oso Pardo 

Nacido en Villa de Sub (Teverga) en 1831, fue el mayor cazador de plantígrados de Asturias, con 99 ejemplares abatidos en su casi centenaria vida
Foto de recorte de prensa. Oso cazado en los montes de Muniellos por el jovén cangués José López Rodríguez (Señalado con una x), La cazeria tuvo lugar en noviembre de 1935. Articulo de La Nueva España de J.E. Casariego. Abril de 1990. (Todocolección)
Ignacio Gracia Noriega
Me llama mi buen amigo Cofiño, potente cazador, a quien le gusta cazar, pero no comer la caza (lo que le habría recriminado Ernest Hemingway), para hacer algunos comentarios a mi «entrevista» con el cura de Torce. En opinión de Cofiño, tenía que haberme ocupado también del cura de Villar de Vildas, a quien se refiere don Pedro Pidal en su divertidísimo panfleto «El oso del museo»; y yo lo haría encantado si Cofiño me facilita más datos sobre él. Debía de ser este cura (don Francisco era su nombre) muy perito en cacerías de osos, porque don Pedro Pidal le reclama como testigo en el pleito con su primo Pepón Bernaldo de Quirós a propósito de quién mató el oso que acabó en el museo. 

17 de diciembre de 2012

Manuel Mejido Tejón

Manuel Mejido, el Kapuscinski de Felechosa
Ver artículo del blog; “Manuel Megido, de padres alleranos ……..” de 9 de marzo de 2016: https://elblogdeacebedo.blogspot.com/2016/03/manuel-megido-de-padres-alleranos-esta.html
Manuel megido visto por el ilustrador asturiano Alfonso Zapico
El periodista astur-mexicano, hijo de emigrantes alleranos, relata en un libro sus vivencias junto a destacados líderes mundiales durante 57 años de profesión
http://www.lne.es
El periodista astur-mexicano Manuel Mejido Tejón (Tierra Blanca, Veracruz, 1932) ha recorrido el mundo y ha tratado a la mayor parte de los poderosos del siglo XX. Confiesa que su secreto ha sido «estar y llegar al lugar adecuado en el momento justo». Tras cincuenta y siete años de profesión y ocho libros a la espalda, el viaje que guarda con más cariño es el que realizó hace diez años a Felechosa, localidad allerana, en la que nacieron sus padres, Luciano Mejido Alonso -que en 1907 salió de Gijón rumbo a Cuba, aunque el destino lo dejó en el puerto mexicano de Veracruz-, y Generosa Tejón. «Fue un choque emocional muy fuerte. Ellos me decían que era un pueblo de emigrantes con 500 habitantes y lo que yo encontré era más o menos lo mismo», relata. Una experiencia que recogen sus memorias, tituladas «Con la máquina al hombro».

Un indiano de leyenda.

La Increíble Historia de Don Iñigo Noriega Laso

Iñigo Noriega Laso. Nació en Colombres (Asturias) en 1853 y emigra a México a los catorce años. Se trata de uno de los más importantes empresarios españoles en el México de finales del siglo XIX y principios del XX. (…). Al finalizar la relación comercial con su hermano Remigio, Iñigo invertiría su fortuna de 7 millones, en el comercio agrícola, la industria textil, la industria minera y la producción de tabaco. Foto: Familia Solano Martínez. Saber más

Don Iñigo Noriega Laso nació en el Municipio de Ribadedeva, perteneciente al Principado de Asturias en España, en un pequeño pueblo llamado Colombres, un 21 de mayo de 1853, hijo de José Noriega Mendoza y María Laso
Iñigo Noriega Laso. Ilustración de Pablo García
Aunque su padre no había viajado para América, ya lo habían hecho varios tíos suyos, como Iñigo Noriega Mendoza (al que años después encontramos como alcalde en el Colombres español). Este pariente del joven Iñigo tenía algunos negocios en la ciudad de México y se lleva a esta ciudad a tres de sus sobrinos, entre ellos el que nos ocupa. Según la historia fantástica de este peculiar personaje, en el año de 1867, cuando apenas contaba con escasos 14 años de edad, abandona su natal Colombres para emprender la aventura hacia América, lo anterior, debido a la crisis económica y a la falta de oportunidades en su tierra, así, toma un buque en el puerto de Cádiz con destino a América acompañado de sus dos hermanos, Remigio y Benito. En la ciudad de México, su tío, Iñigo Noriega Mendoza, era dueño de una tienda llamada La Mariscala, donde Iñigo trabajó cuando llegó a la capital de México, el 30 de noviembre de 1868, contaba entonces con 15 años de edad. Sus primeros empleos fueron sencillos y humildes, como el de ayudante de tendero, sin embargo, su espíritu emprendedor pronto se manifiesta cuando con muchos sacrificios logra abrir un pequeño negocio a una edad temprana, esto le permitió abrirse camino e iniciar con empeño una carrera espectacular y meteórica.

16 de diciembre de 2012

Leopoldo Alas "Clarín" (Ovetense y Asturiano de adopción)

Leopoldo Alas "Clarín"
Clarín, espejo de una época. cvc.cervantes.es
Nació el 25 de abril de 1852 en Zamora, donde se había trasladado su familia desde Oviedo, al ser nombrado su padre, Genaro García Alas, gobernador de la ciudad leonesa. Leopoldo fue el tercer hijo del matrimonio
LEOPOLDO ALAS, CLARIN. http://presenteatravesdelahistoria.blogspot.com.es Autor de la caricatura "Caricatorres" htpp://josetorres.artelista.com
http://andreadiver.blogspot.com.es
En la casa se hablaba continuamente de Asturias y su madre, Leocadia, con cierta nostalgia, contaba relatos de aquella tierra de sus antepasados (aunque ella tenía también hondas raíces leonesas). Este ambiente influyó en gran medida en el espíritu del niño Leopoldo que desde siempre se sintió más asturiano que zamorano, aunque a lo largo de su vida conservó un cariño especial por las tierras que lo vieron nacer. A los siete años entró a estudiar en el colegio de los jesuitas ubicado en la ciudad de León en el edificio de San Marcos (actual parador de turismo). Desde el principio supo adaptarse a las normas y a la disciplina del centro de tal manera que a los pocos meses era considerado como un alumno modelo. Sus compañeros lo conocían con el mote (sobrenombre) de «el Gobernador», por alusión a la profesión de su padre. Sus biógrafos aseguran que esta etapa estudiantil engendró en Leopoldo el sentimentalismo religioso y el principio de gran disciplina moral que fueron la base de su carácter. En este primer año escolar ganó una banda azul como premio y trofeo literario. La conservó toda su vida y se encontraba entre los objetos más queridos del museo familiar.