22 de abril de 2016

La «mítica» barriada mierense de San Pedro

San Pedro, un barrio minero con amplia historia

Barrio San Pedro en construcción hacia el año 1947. (Fondos de la Asociación Sta. Bárbara). Facebook “Mieres Antes y Ahora” de Carlos Diaz Marcos.

La solidaridad y la camaradería juvenil, los grandes valores de la barriada mierense
Barrio de San Pedro. Archivo Darío F. Rico. Facebook Mieres Años 80 y 90. De José Ramón Viejo
La Nueva España
Finales de los cuarenta del siglo pasado. Las gentes de los cuatro puntos cardinales de Asturias, y de varias provincias españolas (sobre todo las de Galicia, meseta castellana, Extremadura y Andalucía), acuden a la llamada del oro negro. No petróleo, sino carbón de las Cuencas mineras asturianas, donde dicen que se gana para el sustento familiar. Y las comarcas del Caudal y Nalón, son los puntos preferidos. Ante el aluvión de optantes a puestos en el interior y exterior de la mina y también de la siderurgia, venidos de fuera para unirse al fuerte contingente de los nativos de la zona, el Gobierno español se ve en la tesitura de ubicar a las familias de los nuevos obreros. 

Barrio San Pedro en construcción, hacia el año de 1947. Foto desde les vías de "el Batán", de Carlos del Valle. Facebook “Mieres Antes y Ahora” de Carlos Diaz Marcos.

Y como setas en primavera, en las principales poblaciones de ambas cuencas nacen poblados obreros, al estilo de cuarteles, pero con la cobertura de lo más elemental para acoger a la prole. Ya había algún antecedente como los cuarteles de San Francisco en Turón, Santa Cruz, y también caso posterior como lo fue el poblado de Rioturbio. En las cercanías del río Caudal, al norte de la villa mierense, se levanta uno de esos importantes núcleos que habrían de servir de nido a todo un contingente de familias llegadas de diferentes puntos geográficos. Son en torno a cuatrocientas o cuatrocientas cincuenta unidades que alcanzan los sesenta metros cuadrados, aunque las hay de menor superficie. Las viviendas se reparten en una cocina comedor, dos o tres habitaciones, cuarto de baño con ducha y en algunos casos despensa o carbonera, este último recurso por el derecho al vale de carbón que tenían los nuevos mineros.

La calle B, del barrio San Pedro, en el año 1954. Foto Alonso. Facebook “Mieres Antes y Ahora”de Carlos Diaz Marcos.

El barrio tiene algunas características especiales. Por ejemplo, que la mayoría de las viviendas son construidas por la Obra Social del Ministerio de la Vivienda, menos un bloque del que se encarga directamente Fábrica de Mieres. Dando frente a la entonces calle Caballeros de España, hoy avenida de Méjico, se encuentra el edificio más carismático, de forma prácticamente cuadrangular, con hogares a partir del primer piso. En los bajos, locales comerciales con entrada por el interior de la plaza -que recibiría el nombre de "la Placina"- para abastecimiento del barrio. Precisamente este, un tanto gigantesco inmueble, habría de convertirse en el punto de la originalidad de la barriada. A partir de 1950 el núcleo de viviendas de San Pedro se fue ocupando por parte de las familias de los flamantes trabajadores de la mina y del metal, muchas de ellas llegadas de más allá del puerto de Pajares con cuatro enseres y poco más. Estos últimos fueron los que recibieron, por parte de la población nativa de Mieres, el sello de "los sequías". Y, de principio, hubo cierta discriminación o trato diferencial a la baja, algo que con el tiempo se fue borrando.

Vecin@s del barrio San Pedro (Mieres) de boda en Casa Villa. Año 1959. (Foto compartía de L. Vicente Marhuenda). Ver los vagones (los coches), que llevaban al personal de Fábrica Mieres y a los centros mineros de Polio y Baltasara. Facebook “Mieres Antes y Ahora” de Carlos Diaz Marcos.

En los bajos comerciales de "La Placina" se fueron instalando establecimientos de todos los colores. Especialmente tiendas de ultramarinos y comestibles, aunque, en realidad, se vendía de todo. Una de ellas fue ocupada por una mierense de pequeña estatura pero grande de corazón: Delfina Vallina Piquero. Viuda por aquel entonces y sin muchos recursos para mantener la familia formada por dos hijos, vio la posibilidad de San Pedro y allí abrió su comercio para hacer demostración de un gran sentido solidario y una generosidad digna de elogio. Los tiempos de la década de los cincuenta y sesenta no era muy pródigos para las familias de San Pedro, a pesar del jornal que se ganaba en torno a la industria minera y siderometalúrgica. Y por pura exigencia de la necesidad fue obligado establecer la fórmula de comprar de fiado, a través de "la libreta". Allí se apuntaba lo comprado durante el mes y, a la hora de cobrar, quedaba saldada la deuda. Pero? no siempre era así. Y, pese a ello, "Fina" -como se le apodaba cariñosamente- nunca negaba la demanda de algún artículo, sobre todo de primera necesidad, aunque "la libreta" arrojase saldos negativos. 

Barrio de San Pedro. La foto es de principios de los años 50 del pasado siglo XX. Recién terminado el cuartel de la Guardia Civil. Archivo de Joaquín García González. Facebook Mieres Años 80 y 90. De José Ramón Viejo.

Cuenta la anécdota que algunas amas de casa que le debían restos a "Fina", y no se atrevían a ir personalmente a por nuevos productos, enviaban a sus hijos pequeños con esa petición. Y la tendera, con su maravillosa sonrisa, servía lo que era necesario aún en el caso de que lo más seguro es que no cobrara el importe. Delfina Vallina dejó un rastro de extrema generosidad en San Pedro a la hora de jubilarse, con el más claro testimonio de solidaridad. Incluso se sabe que, en algunos casos, prestó dinero contante y sonante bajo la seguridad de que no sería recuperado. Esto ocurría en la década de los sesenta, cuando las huelgas (en 1962 y 1963) tuvieron a los mineros en el dique seco durante varios meses. Hoy es recordada con gran agrado y bastante agradecimiento por parte de los veteranos del barrio, muchos de ellos por aquel entonces niños, que iban a "pedir prestado a la tienda de Fina". Falleció en 2011, a los noventa y seis años.

Estadio Hermanos Antuña con fútbol, el barrio de San Pedro y la iglesia de San Juan al fondo a finales de los años 50 del pasado siglo XX. Archivo de Joaquín García González. Facebook Mieres Años 80 y 90. De José Ramón Viejo.

El golpe demográfico que impactó en Mieres en torno a 1950, hizo que toda una colección de adolescentes y jovenzuelos inundase, en este caso el barrio de San Pedro, tomando como punto de concentración, juegos y jolgorio "La Placina". Con el paso del tiempo, y formados ya como jóvenes, habrían de buscarse la salida laboral, pero sin abandonar el nexo de amistad y compañerismo que se había logrado en torno a la famosa "Pandilla Juvenil del Barrio de San Pedro". Eran cerca de cuarenta o cincuenta integrantes, de todos los colores y procedencias. Imposible resulta citarlos a todos. Vaya, con un esfuerzo de memoria, una representación de aquella muchachada -con sincera disculpa para el resto- que los domingo se reunía en su refugio de la plaza, con el fin de formar pequeñas pandillas y repartirse por los escenarios festivos -bailes como Montecarlo, Palau y pista de Sampil- o bien traspasar las divisorias comarcales hacía otros puntos de la cuenca minera. Al final, retornaban cansados y felices a contar sus aventuras tomando de nuevo por asalto el punto preferido del barrio.
 La calle B del Barrio San Pedro y Héroes de Simancas (al fondo) hacia 1960. Archivo Luis F. Cabeza.  Facebook Mieres Años 80 y 90. De José Ramón Viejo.
Varios fueron los que alternaron su trabajo, como muestra en la construcción, mecánica o minería, con el de jugadores federados de equipos hasta la tercera división. Son el caso de Francisco Argüelles (Paco), Lolo Llaca, Elías El Negro, Tom Rivalla, Carlos Pariente, Luis el de Oñón, y con especial mención para José Antonio Herrero, cuya calidad como futbolista pudo llevarle muy lejos. Luego estaba los Alfredo Saavedra, Pepe Sanmartín, Juanos, Los Corrales, sobre todo Joselito y Victorino, Fermín A. Gil y Pepe Gancedo, ambos miembros de la Banda de Música de Mieres. Y ya como casos especiales "Gelín el Zapatero", de poco más de un metro de estatura, detalle que no fue óbice para considerarlo uno más convirtiéndose en pieza activa del grupo, y José Manuel "El Cojonudo" por su bravura y arrojo pese a cierta cojera que sufría. En los dos bares que había en "La Placina" se jugaba a las cartas, sobre todo chinchón y subasta, mientras que en las boleras de Bar Bibiana y El Platas era este deporte autóctono el que ocupaba mucho tiempo. 

Plaza del barrio de San Pedro. (La Placina). Foto Alonso. Facebook Mieres Años 80 y 90. De José Ramón Viejo.

Desgraciadamente, un determinado grupo de aquellos alegres jóvenes ya no figuran en la nómina de los vivos. De lamentar, por aquel entonces, fue la muerte de Pepe "El Andaluz" ahogado en la charca que había al sur del barrio, así como la prematura de Herrero. El tiempo transcurrió. El barrio ha sufrido dos importantes transformaciones, a pesar de que sigue presentando la cara exterior parecida a los cuarteles, y hoy se encuentra perfectamente integrado en el conjunto urbano de Mieres. Lo mismo pasa con Santa Marina y Vega de Arriba. Muchas caras han cambiado, pero en la mente de los aún supervivientes sigue fresca la imagen, el ambiente y la idiosincrasia de aquella recordada Pandilla del Barrio de San Pedro. Aun hoy, de vez en cuando, esos veteranos integrantes del grupo suelen reunirse en una comida de hermandad para recordar viejos tiempos.
Tendales con ropa en un patio del barrio San Pedro (visto desde la calle Pravia), hacia el año 1960. Archivo Municipal de Mieres. Facebook “Mieres Antes y Ahora” de Carlos Diaz Marcos.
FUENTE: AMADEO GANCEDO. Publicado  por La Nueva España el 03-04-2016. Ver enlace.
_________________________________________________________________________
AUTORES.

Amadeo Gancedo (Tuña (Tineo) 1935 - Mieres del Camino 2019), ejerció de fedatario del ruidoso y contradictorio Mieres de finales de los setenta y toda la década de los ochenta, contando en sus crónicas el inicio del naufragio industrial del concejo y el surgimiento de un pálpito que insufló vida a la emancipación política y sociocultural. Como antes había hecho uno de sus maestros, el recordado Luis Fernández Cabeza, Amadeo Gancedo se convirtió en infinidad de ocasiones en consejero, orientador e incluso confesor de alcaldes, empresarios, sindicalistas y dirigentes vecinales. También de algunos artistas, como el propio Víctor Manuel. Al margen de su infatigable labor periodística y, más tarde, empresarial, Amadeo Gancedo fue una persona permanentemente implicada en la vida social y cultural de Mieres. “No sólo fue un observador, sino también un laborioso actor estrechamente ligado a la comunidad”. Fueron muchas las iniciativas en las que se embarcó, colaborando con entidades como el Caudal Deportivo o el Orfeón de Mieres, entre otras muchas. Durante dos etapas de su vida estuvo enfrascado en sendos proyectos que tuvieron una notable relevancia. Se trata del Concurso Artístico de Otoño del viejo Teatro Capítol y de los “Tribunales Populares” impulsados durante su etapa al frente del Centro Cultural y Deportivo. En ambos casos, compartió experiencias con otros muchos inquietos mierenses implicados, como él, en el progreso del concejo. Como en casi todo, su acusada sensibilidad social le hizo adelantarse a debates antes de que se pusieran de máxima actualidad. Un abanderado del entusiasmo. Así le recordaremos. Amadeo Gancedo Rodríguez falleció el 27/04/2019. Fuente: https://lne.es . (La Nueva España).


Facebook: Mieres Antes y Ahora de Carlos Díaz Marcos. Lugar para compartir viejos recuerdos y temas de actualidad de la villa de Mieres y su concejo. FUENTE: MIERES ANTES Y AHORA.

Facebook: Mieres “Años 80 y 90” de José Ramón Viejo Sáez. En el año 2012 creó una página de Facebook muy visitada y que tod@s conocen y seguro que visitaron, se llama "Mieres, años 80 y 90” esta goza de una gran notoriedad en las redes sociales y fuera de ellas. FUENTE EL BLOG DE ACEBEDO. - FOTO: La Nueva España.

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.

_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
NOTA: Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada imagen o al final de cada artículo, si no es así, se debe a que es un dato que se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se ponga en contacto con El Blog de Acebedo para hacerlo figurar o para borrarla si es su deseo, porque es justo reconocer a los autores

Si te ha interesado esta entrada y quieres preguntar, comentar o aportar algo al respecto, puedes dejar un comentario o escribir a mi dirección de correo del blog con la seguridad de ser prontamente atendido.

¡¡¡Difunde El blog de Acebedo entre tus amistades!!!

Sígueme en:

© - Facebook - Roberto Cortina

© - Twitter - El blog de Acebedo

© - El Blog de Acebedo

© - Instagram - acebedo.mieres

4 comentarios:

  1. Me ha encantado esta entrada del blog sobre la placina de San Pedro. Por añadir un detalle, creo que la placina se reformó a finales de los 60 y desaparecieron los bajos comerciales. Yo me fui a vivir al barrio en 1980 y ya no quedaba en la placina ningún vestigio de actividad comercial. Solíamos jugar el futbol ahí (para desesperación de los vecinos, todo hay que decirlo). Hace poco me enteré de que en su tiempo había sido un mercado e investigando he llegado a tu blog. La verdad es que al principio me costaba creerlo, pues como decía antes, en los 80 era muy difícil imaginar que allí hubo tiendas. Supongo que los bajos comerciales los convertirían en trasteros de las viviendas o algo así.

    ResponderEliminar
  2. yo vivi en el barrio hasta el 76,fui a la escuela hasta el 78 y seguí yendo a jugar con mis amigos de siempre hasta principios de los 80 y creo que todavia funcionaban los bajos comerciales:Fina,spar,la sastreria,ligio,la pasteleria, solis, la tienda de laura creo que se llamaba la de la esquina,la drogeria ,por supuesto el bar blanco donde comprabamos las caseras pa jugarnoslas en partido de futbol las pandillas de unas calles contra otras...que recuerdos !

    ResponderEliminar
  3. Yo bajé de la Rebollada en el 51, donde ahora está la iglesia antes estaba la fragua y las calles estaban "asfaltadas" con los conos de los moldes de fábrica de Mieres, mi padre trabajó en la construcción del campo del Caudal y mí tío en la dl lavadero Agroman, viví en la c/. C, 3 Y LA ESCUELA ESTABA EN Oñon. Ahí pasé mí infancia y adolescencia.
    Enrique Abad

    ResponderEliminar
  4. por si quieres rectificar algo, en octubre del 45, ya se veia el barrio en construccion, lo puedes ver en https://fototeca.cnig.es/fototeca/

    ResponderEliminar