5 de diciembre de 2012

Motín del pan en Langreo en 1915

El motín de Langreo

Motín contra la carestía del pan en Richmond, EUA, 1863. Grabado de la época. El motín de subsistencias, o motín del pan, es una forma de protesta popular común en Europa desde el siglo XV al siglo XIX, en la que una multitud pretende asegurarse el abastecimiento suficiente de alimentos básicos (fundamentalmente pan) a un precio asequible. Se siguió produciendo en algunos países durante la primera mitad del siglo XX, y ha tendido a desaparecer, al menos en Europa, después de la Segunda Guerra Mundial. También se ha producido en las regiones colonizadas por los europeos y los ha habido, por ejemplo, en Marruecos en 1981, contra el aumento del precio del pan. Los motines de subsistencias son la respuesta popular a la crisis de subsistencias. Saber más… WIKIPEDIA.

Los historiadores llaman «motines de subsistencia» o «motines del pan» a las revueltas ocasionadas directamente por la necesidad de productos básicos
Ilustración de Alfonso Zapico
La Nueva España
Se daban en el mundo antiguo, pero adquirieron unas características determinadas en el siglo XV y aún se repiten de vez en cuando en las zonas más desfavorecidas de este planeta cuando acucia la hambruna. Ya les contamos en esta página el episodio de 1897 conocido como «La Sanjuanada», porque se produjo en plenas fiestas patronales de Mieres, cuando la población salió a la calle para protestar por los abusos que se estaban cometiendo en los pesos y medidas de los alimentos básicos. Hoy vamos a recordar otro capítulo muy parecido, pero esta vez desarrollado en la Cuenca del Nalón. Es posterior; se dio en 1915, lo que lo convierte seguramente en la última revuelta de estas características que se desarrolló en Europa.
Plaza de los Chorizos en Sama de Langreo en 1931. (Pueblos de España)
Todo comenzó en la tarde del miércoles 2 de junio de aquel año, cuando se extendieron los rumores de una inmediata subida en el precio del pan, que podía superar el 50%, decidida por los panaderos del valle. Es difícil que actualmente nos hagamos una idea de la importancia que este producto alcanzaba en la alimentación de las familias, reducida casi siempre a patatas, huevos, tocino y, como sustento de todo ello, el pan. Por eso, en una época en la que se vivía completamente al día y con lo justo, no tardó en cundir la alarma y se convocó con urgencia una reunión en el Centro Obrero en la que se tomó la decisión de convocar una huelga para el día siguiente, acompañada de concentraciones ante las tahonas de La Felguera y Langreo. A las 4 de la madrugada, aún en completa oscuridad, se concentraba una multitud de hombres, mujeres y niños ante la panadería de los Hijos de González, una de las más importantes del valle, que ya estaba protegida por varios números de la Guardia Civil. 

La antigua iglesia de La Felguera en 1897.Ver enlace.

 Allí estalló la indignación y se produjo el primer intento de asaltar un establecimiento, detenido primero por un toque de atención del corneta de la dotación, que hizo temer que la fuerza abriese fuego indiscriminadamente y luego por la decisión de los dueños del negocio, que, para evitar males mayores, decidieron regalar su mercancía: más de mil kilos, entre panes de diferentes tamaños, pamestas y bollería. Aquello fue solo el comienzo pero marcó la tónica de una jornada que pudo haber acabado en una verdadera tragedia. A este establecimiento le siguió la tahona de Álvarez, que fue asaltada sin miramientos por las mujeres y los niños, mientras los hombres permanecieron al margen, luego la de Carreño, después la de Ricardo Lorenzo, próxima a la estación de Langreo, y entonces alguien empezó a gritar: «¡A Lada todo el mundo!». Y a Lada marchó una imponente manifestación en busca de los obradores de Avelino Canga y José Carrocera, que también fueron saqueados antes de que los manifestantes volviesen sobre sus pasos para hacerse oír ante la Casa Consistorial, también blindada por las fuerzas del orden.
Ilustración de Alfonso Zapico
A pesar de la sucesión de actos violentos, fue un verdadero milagro que la sangre solo corriese en un lugar concreto. Ocurrió en la tahona de Menéndez, en La Felguera, donde resultó herido por arma de fuego el obrero Marcelino Geijo, que fue conducido con urgencia a la Sección local de la Cruz Roja donde se le apreciaron varias heridas producidas por una perdigonada en la región parietal izquierda, lo que hizo necesario su traslado en el tren de las 6.30 de la tarde hasta el Hospital Provincial de Oviedo. El autor del disparo había sido Emilio Menéndez, hijo del dueño de la panadería, quien fue retenido -y protegido del linchamiento- en el Ayuntamiento hasta que se decidió su ingreso en la cárcel de Laviana para ser interrogado por el Juez de Instrucción en presencia del abogado fiscal de la Audiencia, que, dada la trascendencia que podía alcanzar todo lo relacionado con el motín, decidió intervenir en el sumario. Según sus declaraciones, había actuado en defensa propia cuando los manifestantes llegaron hasta su puerta en actitud amenazante, a pesar de que se les dijo que este establecimiento era el único que había mantenido los precios sin ninguna subida.
Ilustración de Alfonso Zapico
Fue inútil, y se les ofreció entonces coger lo que quisieran sin causar destrozos, pero -siempre según el industrial- no dudaron en emplear la dinamita destruyéndolo todo y poniendo en peligro la vida de su padre; de modo que tuvo que armarse y realizó el disparo contra un individuo que llevaba un cartucho en la mano. El caso es que resulta difícil saber en que punto comenzaron los destrozos, porque, en cuanto se supo que había un herido, la casa fue incendiada y la ira llegó a tal punto, que se perdió tanto el mobiliario como la maquinaria y de la vivienda solo quedaron en pie unas paredes humeantes. Una fatalidad para el herido y una catástrofe para sus agresores, que no tenían aseguradas sus propiedades y lo perdieron todo, con la excepción de 90 sacos de harina que estaban depositados en la Administración de Consumos. En los concejos vecinos, donde también se había declarado la huelga, se pudo sostener la tensión, salvo en El Entrego. Allí los asaltantes saquearon la panadería de Álvarez y Figar, llevándose con ellos útiles y efectos dedicados a la fabricación. Entonces, ante la posibilidad de que la revuelta se acabase extendiendo, las autoridades provinciales actuaron rápidamente y solucionaron el conflicto con un tacto que, cuando han pasado ya casi cien años, aún nos sorprende por la habilidad de sus artífices.
Ilustración de Alfonso Zapico
Al mediodía del día siguiente, se personó en Langreo el Gobernador Civil Epigmenio Bustamante, acompañado por el Teniente Coronel de la Guardia Civil y el Jefe provincial de Policía, para dirigirse al Ayuntamiento y escuchar una primera versión de los hechos de boca del Alcalde, y a continuación se entrevistó a puerta cerrada con una comisión obrera, elegida por los amotinados en una Asamblea celebrada en el solar en que estaba a punto de levantarse la Casa del Pueblo. También resultó admirable el comportamiento de los obreros que cortaron en seco la violencia ante la posibilidad de una solución pacífica: más de dos mil personas eligiendo a mano alzada a sus representantes -como un anticipo de la importancia que la cultura libertaria iba a adquirir en el Nalón dos décadas más tarde-, esperando después a pie firme en el mismo lugar de su concentración la vuelta de la Comisión con sus noticias y aplaudiendo la concesión de sus peticiones con un llamamiento a la vuelta inmediata al trabajo y a la normalidad.
Alto Horno nº 3 de Duro Felguera en 1908. Ver enlace.
No era para menos. El movimiento popular fue apoyado desde su inicio por los socialistas y los anarquistas del valle, pero triunfó sin el control de ninguna organización. Desde aquel momento, el peso de todos los artículos estaría a disposición del público; se iba a facultar a un concejal para repesar el pan sin previo aviso a los comerciantes y aquella panadería que reincidiese en la trampa sería clausurada, y finalmente el Ayuntamiento quedaba encargado de vigilar que la carne destinada a la venta estuviese en buen estado. Unas horas después, tuvo lugar un segundo encuentro con los mismos protagonistas por ambas partes para resolver la parte más delicada: el precio de venta del pan. Tampoco hubo desavenencias, ya que se cogieron como modelo las tarifas que regían en la flamante Cooperativa Obrera de Mieres. Las pamestas de 3 kilos costarían 1,25 ptas. y el pan de 2 kilos 1,20. 
Ilustración de Alfonso Zapico
De esta forma volvió la normalidad. Por si las moscas, aquella mañana los 103 hombres, de a pie o a caballo que nutrían los cuarteles de Sama de Langreo y La Felguera, habían sido reforzados con toda la fuerza de la línea de Llanes, dirigida por su capitán, pero no llegaron a actuar. Tras el acuerdo, todos volvieron a sus puestos. Duro Felguera reanudó su trabajo con el turno correspondiente, las minas retomaron la producción y el comercio abrió sus puertas. Por las calles se volvió a autorizar el tráfico motorizado y aunque las panaderías tardaron un poco más en normalizar su actividad, unas semanas después todo parecía haberse quedado en un mal sueño, mientras los industriales echaban cuentas y se movilizaban en solidaridad con el compañero detenido, exigiendo que se retirasen los cargos contra él y que se le concediese una ayuda para que pudiese volver a abrir su establecimiento.
Ilustración de Alfonso Zapico
FUENTE: ERNESTO BURGOS - HISTORIADOR. Publicado por La Nueva España el 13-12-2011. Ver enlace.
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AUTORES.

Ernesto Burgos Fernández (historiador). Nació en Mieres (Asturias) el 7 de julio de 1957. Historiador, columnista y biógrafo, éstas son algunas de las facetas de un Ernesto Burgos que rescata con talento personajes y anécdotas de nuestra historia. Un notorio investigador y gran divulgador. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo (1979). Diploma de Estudios Avanzados en Arqueología Histórica («La romanización en las cuencas mineras del sur de Asturias» 2006). Profesor de Educación Secundaria, ha trabajado en los institutos «Juan de Herrera» (Valladolid), «Sánchez Lastra» (Mieres), «Camino de La Miranda» (Palencia), «Valle de Aller» (Moreda) y desde 2006 en el IES «Mata Jove» de Gijón. En el año 2016 el reconocido historiador mierense fue distinguido con el reconocido galardón anual de “Mierense del año”. Secretario General de Izquierda Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Coautor de los libros de texto «Entre amigos» (Conocimiento del Medio) para Asturias y Cantabria (2002); coordinador de la revista de Ciencias Sociales «Cuadernos de Mieres» (2001-2002); experto en la cultura y la historia de las cuencas mineras asturianas. Ha impartido varios cursos sobre el patrimonio arqueológico de Aller, Lena y Mieres y defendido ponencias sobre su temática en jornadas y congresos. Desde los años 70 escribe desinteresadamente artículos para numerosas publicaciones, álbumes y periódicos locales (Esquisa, Mieres 30 días, La Voz de Ujo, Camín de Mieres, Mieres, El Carbón, Por tierras del Caudal, Aula de Paz…). Ha sido pregonero en las fiestas de Santa Bárbara (2002); La Teyerona (2006); San Xuan de Mieres (2007) y Santa Cruz (2011). Histórico militante republicano. Secretario General de Izquierda Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Biógrafo de los revolucionarios mierenses Manuel Grossi Mier («Cartas de Grossi». 2009) y Jesús Ibáñez («Y el verbo se hizo furia». Semana Negra 2010), también ha prologado a varios autores asturianos. Colaborador del diario asturiano La Nueva España, donde ha firmado las series: «El patrimonio de Las Cuencas» (1998-2000); «100 años de historias y andanzas» (2000-2002) y «Los personajes de nuestra historia» (2003-2004). Desde febrero de 2005 mantiene ininterrumpidamente la página semanal «Historias heterodoxas». FUENTE:

Alfonso Zapico (Blimea, Asturias, 1981). Historietista e ilustrador freelance. Profesional gráfico desde el año 2006. Trabaja en proyectos educativos del Principado de Asturias (Aula Didáctica de los Oficios) e impartido talleres de ilustración en centros educativos de Asturias y Poitou-Charente (Francia).  Realiza ilustraciones, diseños y campañas para diversas agencias de publicidad, editoriales e instituciones. Es ilustrador de prensa en diarios regionales asturianos (La Nueva España, Cuenca del Nalón, Les Noticies…).  Se estrena en 2006 con un álbum de corte histórico para el mercado franco-belga, La guerra del profesor Bertenev (Dolmen, 2009). Su primer trabajo publicado directamente en España es Café Budapest (Astiberri, 2008), donde se mete de lleno en una ficción determinada por los orígenes del todavía no resuelto conflicto palestino-israelí. Acto seguido apuesta por recrear en cómic la vida de James Joyce, Dublinés (Astiberri, 2011), que gana el Premio Nacional del Cómic 2012 y a raíz del cual surge el cuaderno de viaje La ruta Joyce (Astiberri, 2011).  Vive en la localidad francesa de Angouléme, donde, tras realizar El otro mar (Astiberri, 2013) a caballo de su Asturias natal, a la que vuelve con regularidad, se encuentra preparando su nueva y ambiciosa obra, “La balada del norte”, que constará finalmente de cuatro tomos.  Esta magnífica obra es un auténtico tesoro de la novela gráfica española y refleja la negrura de los valles mineros de Asturias de los que surgen personajes luminosos, y bajo el ruido atronador de las minas de carbón se escucha el susurro de una canción antigua. Los viejos y nuevos tiempos chocan brutalmente poniendo a prueba al protagonista, pronto a la Humanidad entera. Éste es el sonido de "La balada del norte". En un paréntesis, entre el segundo y tercer volumen de La balada del norte, Zapico completó Los puentes de Moscú (Astiberri, 2018), para mostrar de nuevo su faceta como reportero gráfico al poner el micro al diálogo entre el político Eduardo Madina y el músico Fermín Muguruza. Sus libros han sido traducidos al inglés, francés, alemán o polaco. (…). Foto Wikipedia - Twitter

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío nella

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